
Se encuentran en la zona urbana de Sanlúcar, en la desembocadura del río Guadalquivir.
Sanlúcar tiene un litoral de 6 kilómetros de playas de fina arena y una media de 50 metros de anchura. El horizonte está enmarcado por la costa de Doñana y sus playas naturales, donde los pinos se reflejan sobre la superficie del agua. Gracias a las propiedades sus aguas se convirtieron en uno de los primeros destinos vacacionales de España.
Las playas también se han convertido en el centro social de la ciudad ya que es el escenario donde se realizan las populares Carreras de Caballos cada mes de agosto.
Los nombres que reciben cada tramo responden a una descripción histórica y urbanística.
En la playa de Bajo de Guía se disfruta de la mejor gastronomía y es lugar de acceso hacia Doñana, donde se encuentra el Centro de Visitantes “Fábrica de Hielo”.
Las playas de La Calzada y Las Piletas son las más extensas y de carácter tradicionalmente familiar en la temporada veraniega debido a su carácter urbano y su fácil acceso.
Desde aquí comienza la playa de La Jara, la más alejada del medio urbano, destacando su entorno natural.
Desde estas playas se puede disfrutar de unas espectaculares puestas de sol.
Encontramos dunas en la playa de Las Piletas donde podemos ver cierta vegetación como la azucena de mar (Pancratium maritimum), entre otras especies. La fauna marina de la desembocadura del río es muy rica. Se dan moluscos como el muergo o navaja (Solen marginatus), el berberecho (Cerastoderma edule) y la coquina de fango (Sarobicullarea plana), entre otros. De entre toda la fauna destaca el langostino (Penaeus kerathurus), muy apreciado por su calidad y sabor.